Imaginar estar dentro en una cueva, con tan solo una luz, esa luz ser la imaginacion, llena de egoistas pensamientos en una epoca egoista, mediocre, sin inspiracion y absurda. Fuera de la cueva la multitud, personajes fantasmas vagar ante la soledad de las calles, buscar que hacer, comprar que hacer, usar que hacer, un movimiento de trueque y dinero, bandas ajenas al circulo de cada integrante y disparos por la forma en que se ven uno a otro por la forma de ser. Prostitutas relevando el oficio de Eva, Adam culpandola por su servicio. El sapo huye al charco y la serpiente cambia de piel. Los arboles son decapitados por el bien de las masas, de la persona y del calor que dan esas huecas casas cuando las familias trabajan de dia. La noche es iluminada por la luna y las estrellas, algunos asteroides y los sueños o pesadillas. La vida en transision sigue siendo la misma. Aquellos que no tienen casa duermen en las calles, desaparecidos espantan a las mismas sombras de los fantasmas que deprimidos recorren las ciudades lamentando la vida. Se detienen y calavericos cortan un pedazo del estomago de quien lamenta y se esconden dentro de su ser, parasitarios ahora, demonios dentro del cuerpo del maldito se alimentan del dolor ajeno, lo manejan, lo controlan, lo llevan a la locura y gritan, sangran, violan, queman, acusan, roban, mienten, aterrorizan, maltratan, asecinan, juegan con la vida de los demas y se reproducen de las cenizas de sus ya extingidos cuerpos. El espiritu maligno del suicidio, de la desesperacion, de la maldad que fortalece la condicion, crea movimientos, acerca como el calor en las noches frias, o el cuerpo del huesped, llama, ilumina.
Un grupo metalero de Suecia, terriblemente oscuro, suicida, no apto para evangelicos ni fanaticos de la religion generica, al menos de que sean de la religion satanica. En cierta forma creativos, llenan el espacio a quienes sufren constantemente las cadenas del pensamiento suicida y los empujan a la salida, a la iluminacion por medio del suicidio, una condena eterna en el infierno de Dante, convertido en el arbol del terror.
Cada loco por su cuenta, decian los soldados mientras tocaban los tambores de la guerra hacia el suicidio asistido. la muerte de enemigos por enemigos. nunca fueron enterrados por creer, sino por morir.